miércoles, 11 de abril de 2012

ABRIENDO LA MALETA...

ABRIENDO LA MALETA...
Y aquí se abre por primera vez MI maleta. Para llenarla…solo es necesario ganas, que no faltan, interés por conocer, por formar conocimientos fundamentados y mucha, mucha curiosidad.

Es como una maleta sin fondo, abierta a todo aquello que enriquezca los conocimientos y, ante la cual, cualquiera puede formar parte de ella. No vale llenarla de recuerdos, si no de aportaciones innovadoras y creativas.


Para empezar, partir de la idea de que seas lo que seas en la vida, debes saber que nada es suficiente. Nada es suficiente, aunque sí útil y rentable. Cualquier profesión requiere una continua formación e interés activo por desarrollarse, y no digo desarrollar, si no progresar uno mismo en el campo donde se desenvuelve.
En este caso centraré la atención en el ámbito de desarrollo a nivel personal: ser un buen orientador.


¿Todo el mundo puede orientar?


Sí, todo el mundo que se sienta atraído por ayudar a solventar distintos problemas de la vida cotidiana y que, además, tenga don. Don de gentes, don de palabra, de escucha, de responsabilidad… Un cúmulo de características que debe tener la persona que se inicia en este ámbito.
            Lo que al principio puede parecer simple y fácil, no lo es. Si una cosa debe quedar clara es que un buen orientador exige de coherencia, secreto de sumario y sinceridad.
Además, algo que no debemos olvidar y de lo que cualquier persona interesada en esta área profesional debe tener en cuenta es que, cualquier orientador, debe contribuir a solucionar conflictos morales, NUNCA dar soluciones.
Si se diesen soluciones… ¿de qué sirve el diálogo? Hagámonos doctores y demos recetas a nuestros pacientes. No. No es lo que queremos. Se debe desarrollar un pensamiento crítico en aquellas personas que buscan ayuda, permitirlas elegir entre varias opciones.
Pues bien, si esto lo tenemos claro como idea principal, ya tenemos con qué empezar la maleta de ideas que me acompañará en este largo e intrigante camino hacia la profesionalidad, hacia el viaje que he decidió empezar aquí y que espero no terminar, pues ahí está la felicidad, en viajar, conocer, experimentar, observar… y coger de cada una de las paradas que hagamos en el camino lo mejor, lo que aporte grandes ideas y con lo que podamos llenar la maleta.

 
      BUEN VIAJE A TODOS...
¡LOS QUE SE ANIMEN A FORMAR PARTE DE MI MALETA!


Porque debemos estar íntimamente en contacto con todos los conocimientos con los que vayamos llenando la maleta, no sirve llenarlo de contenido si no lo interiorizamos... por ello, debemos formar parte también de nuestra maleta.







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