domingo, 29 de abril de 2012

LA ENTREVISTA: negativo

LA ENTREVISTA:
 LO QUE NO SE DEBE HACER


               

                A día de hoy, puedo afirmar muy segura de mí misma, que soy capaz de enfrentarme a la realización de una entrevista. Las anteriores clases teóricas, en las que la profesora nos ha aportado todo lo que se debe tener en cuenta y todo lo que debemos evitar, en cuanto a comunicación verbal y no verbal, entorno… y, junto a ello, las numerosas prácticas realizadas:
Vídeos en los que poníamos a prueba nuestros conocimientos adquiridos acerca de la entrevista y en los que evaluábamos nuestras dotes ocultas a la hora de tener que hacer una intervención, una entrevista:

            Esta entrada va destinada a comentar los aspectos negativos que he podido extraer durante la visualización de los vídeos de todos los grupos clase y, por otra parte. Esto se traduce en:
Una entrada dedicada a todo aquello que NO hay que hacer en una entrevista.

Cuando vayamos a mantener una entrevista con cualquier paciente, cliente, individuo… debemos tener en cuenta que no:

-          No saludar con dos besos
En un primer contacto con la persona, no sabemos cómo puede reaccionar ante  un rozamiento, un saludo tan cercano. Por ello, con un apretón de manos es suficiente para crear un buen clima pero no pasarse de la raya.

-          No empezar a hablar de lo que le inquieta nada más llegar a consulta
Debemos intentar tener todo en nuestra mano, para ello, debemos crear un clima de confianza con el individuo. Si empezamos hablándole de lo que le preocupa no damos tiempo a que el sujeto tome posición, se siente, respire y esté a gusto.

-          No decir la palabra “problema”
El sujeto vendrá siempre pensando que su caso es algo que se encuentra en el  límite, etc., muy negativo. No consiste en quitarle toda la importancia, pero si suavizarlo para que, poco a poco, el sujeto vaya viendo aspectos positivos. Por tanto, referirnos a su caso como “situación”, “caso”, “cuestión”…

-          No mostrar actitud pasota
A todas las personas nos gusta sentirnos escuchadas. La actitud pasota podemos mostrarla a los demás o bien con la forma de sentarnos en la silla (medio tumbados en la silla, brazos apoyados por encima del respaldo de la silla…), no mirar a la cara a la persona cuando nos habla…etc.

-          Cuidado con algunas expresiones:

. “Hay cosas peores”
. “Intentaremos poner solución y si no…pues nada”
. “…”
Hacer declaraciones de este tipo puede herir la sensibilidad de la persona que tenemos delante, puede no sacarle de su negativismo.

-          No ser nosotros los protagonistas de la entrevista
El que necesita hablar y desahogarse es la otra persona. Y, además, escuchándole obtenemos numerosa información acerca del individuo, muy valiosa, que podemos usar a nuestro favor, para poder ayudarle.

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